Si hay dos bebidas históricamente relacionadas con la fiesta, con las celebraciones, con los brindis multitudinarios, esas son el cava y el champán. No hay festejo en el que la alegría no se desborde a través del vaso de cava. Y la comunidad aragonesa no es una excepción. Por suerte, en esta tierra tenemos el cava de Aragón para mostrar nuestra alegría.
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Cuando se habla de cava a todos se nos va la mente a Cataluña, no en vano es la comunidad en la que más se produce. Sin embargo, pocos saben que Aragón es la tercera autonomía, por detrás de Cataluña y Valencia, en cuanto a la cantidad de cava realizado. En la actualidad las uvas destinadas a este propósito ocupan 6.500 hectáreas de campo aragonés.
Características del cava de Aragón
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Al año se producen alrededor de 600.000 botellas de cava de Aragón, aunque, como veremos posteriormente, la pasada fue una anualidad de récord. En su producción se emplean 200 viticultores. Al amparo del sello de la Denominación Cava se encuentran las producciones de Calatayud, Jarque, Cariñena y Ainzón. Estos cavas de gran calidad se elaboran con el método habitual y la segunda fermentación tiene lugar, directamente, en la propia botella. Al menos nueve meses pasa en las estancias subterráneas el cava de Aragón.
La diferencia principal de este cava, el toque distintivo e intransferible se lo dan las condiciones climatológicas del campo aragonés. Con un poco más de frío del que, habitualmente, soporta este producto cuando es elaborado en otros puntos de España.
El resultado es un cava de Aragón que ya es respetado en todo el mundo. Su color es amarillo brillante, pajizo y no faltan los tonos verdosos. La burbuja es fina y a los paladares más preparados no se les escaparán los toques afrutados. Su entrada en boca es suave y ligera, a la par que elegante.
Caytusa, Bordeje, Langa y San Valero son las cuatro principales bodegas comercializadoras de cava de Aragón. Todas ellas se unieron en 2001 bajo las siglas ARCA (Asociación Aragón Cavas). Con el paso del tiempo, el cava de Aragón se ha hecho un hueco en el mercado. Ha logrado su trozo del pastel y, cada año, consigue que este sea más amplio. En la campaña de 2013 se batió un nuevo récord con más de 900.000 botellas vendidas.
